El año pasado se convirtió en el equipo de moda del fútbol ruso, llegaba a la competición como novato y ya dejó buena huella al impedir que el Barça le ganara los dos partidos de la competición. Olía a que incluso podía pasar de fase, pero la experiencia tiene un grado y el Inter se llevó los últimos tres puntos en juego entre ambos equipos. No fue el mejor debutante de la edición, pero dejó buenas sensaciones, quedando incluso por encima del experimentado Dínamo de Kiev.
Hoy, el Rubin Kazan es otro. Lleva a estas alturas un punto menos que la edición pasada y está a 4 del segundo, el Copenhague. Juega a su favor que tiene sus dos próximos partidos en casa (Copenhague y Panathinaikos), pero se juega su último cartucho en el Nou Camp. Quiere decirse esto que como el Barcelona gane y el Rubin pierda, su única vía para seguir en Europa sería quedar 3º.
A mí por lo menos me está sorprendiendo cómo ha despegado el Copenhague y cómo el Rubin no acaba de encontrar su sitio. Todavía es pronto para saber si pasa de fase o no, ya se encargarán las matemáticas de jugar a la probabilidad, pero no deja de llamar la atención.
A mi NO me sorprende lo del Rubin. Es un equipo muy rocoso. Lo que SÍ me sorprende es lo del Copenhague.
ResponderEliminarSaludos.
Supongo que será lo de que no pierda contra el barça, el resto me parece más bien ramplón
ResponderEliminarEl año pasado acabó por encima del Dinamo pero por un punto, y este año fue peor porque el año pasado el autobús no lo recuerdo tanto como el de esta temporada
saludos