Llegó como primerizo campeón de Rusia, pero nunca había jugado Champions. Es por ello por lo que partía con el papel de modesto, pero ha revalidado título en su liga y aún tiene opciones de dejar sentado a alguno de los huesos duros de su grupo (Barcelona e Inter de Milán).
El fútbol ruso está en pleno auge. El Rubin Kazan ya ha dado muestra de ello, pues ha sido, de momento, el único de su grupo que le ha tomado la medida al Barcelona. En Rusia empató a cero, pero en el Nou Camp rompió todas las apuestas ganando por 1-2.
Su clasificación para 1/8f. le demandará ganar al Inter de Milán en Italia, no le vale otro resultado. Cabe incluso la posibilidad de que pasara como primero de grupo, algo impensable antes de empezar esta edición de la Champions. Para ello, el Dínamo de Kiev debe ganar o empatar en casa al Barcelona (y que los rusos ganen, claro).
En el grupo F puede ocurrir de todo en la última jornada, las sorpresas pueden no ser tan llamativas cuando los cuatro equipos de ese grupo parten con alguna opción de clasificarse.
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